lunes, 28 de mayo de 2012

Parque de la Concordia en Guadalajara

Para amenizar la entrada os dejo a los Of Montreal.


Para los que conocemos la ciudad es un sitio mítico. ¿Quién no ha jugado en el desaparecido (vaya disgusto) elefante, comido pipas en cualquiera de sus bancos o tomado algo en la terraza? Yo aprendí a columpiarme sola en las ruedas neumáticas que allí había.

Lo que no sabía es que hubiera cambiado tanto de nombre. Paseo de La Concordia cuando se inauguró. Paseo de la Unión Soviética en plena guerra civil. Paseo de Calvo Sotelo durante el régimen, y en el 81 volvió, a Dios gracias, a su original denominación.

Fue creado en 1854 en colaboración con la Escuela de Ingenieros Militares, como primer parque público de la ciudad. En una época en la que la construcción de estas zonas verdes estaba en auge, con origen en años posteriores a la revolución francesa, que fue sólo medio siglo antes (si es que el tiempo pasa que vuela). A principios del siglo XX se reformó para adaptarlo a las vías de tránsito. Desde entonces sufrió diferentes mejoras y modificaciones. Un ejemplo de ello es el kiosco, que tuvo que sustituirse por otro después de unas obras. Es de estilo modernista. En la actualidad sigue albergando conciertos, y otros eventos.







Las pilastras de la entrada recuerdan un estilo clasicista y están rematadas con farolas isabelinas. Se erigieron en 1954, y podemos entenderlas como la entrada del parque (donde estaba el puesto de Frigo). Y ya a principios de los años ochenta añaden la fuente de colores que de pequeña me despertaba mucha curiosidad.



La feria de otoño en honor a nuestra Señora de la Antigua, se instalaba en este parque hasta que en 1978 se llevó al recinto ferial. Mis padres me han contado cómo el gentío entre el tiovivo y los coches de choque se cargaban la belleza del lugar.
Tiene varios monumentos. Algunos retirados y otros desconocidos, ya que uno de éstos presumiblemente es Carlos I, pero no se sabe a ciencia cierta.

Este parque forma parte de una hilera de ellos desde el centro, donde está La Concordia, hacia el final en la parte sur de la ciudad. A ésta le sigue el Parque de San Roque, o también llamado parque de los patos. Y el Parque de la Fuente de la Niña. Pero la importancia del protagonista de la entrada es su gran variedad de árboles. Si te acercas y las buscas, hay etiquetas con sus denominaciones en latín. Entre otros se encuentran acacias, cipreses, Árboles del Amor, Cedros, Enebros, Palmeras....

Personalmente me trae muchos recuerdos y con edades distintas. Mi época favorita para visitarlo es el otoño, porque está precioso todo alfombrado con hojas naranjas y marrones.

Quiero terminar con una petición: si conserváis alguna foto del elefante de La Concordia, enviádmela por favor. No encuentro ninguna.

Que tengáis suerte!!

5 comentarios:

  1. ¿¿¿parque de la Unión Soviética??? jajajaja...qué curioso...

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  2. Ya, a mí también me lo ha parecido. Lo que más

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  3. El parque ha sido el lugar de recreo de varias generaciones. En verano y en invierno. Hace cuarenta y cincuenta años había un fotógrafo que por pocas pesetas te hacía una foto y, al domingo siguiente, te la entregaba.
    En la foto en blanco y negro se ve en primer término un quiosco. Se trataba de un bar que en los años sesenta y setenta se llamaba "Bar Remo". Siempre pensé que el nombre se debía al entonces famoso festival de la canción de San Remo. Probablemente, sea mi imaginación.
    Volviendo a la fotografía: el quisoco bar fue sustituido por otro de aspecto más moderno, con el mismo nombre, que funcionaba también en invierno gracias a unas cristaleras. Recuerdo la máquina de discos que había y la canción de "Venus" que sonaba una y otra vez.
    Detrás de este quiosco, a la derecha, había unos urinarios públicos que, como era de esperar, olían fatal.
    El templete que vemos sigue siendo el mismo.
    Y al fondo se adivina otro pequeño quiosco que era una biblioteca de parque, donde te dejaban o alquilaban, no recuerdo bien, distintos libros para leer allí mismo.
    El parque entonces tenía una ordenación distinta, más racional, a base de pequeñas placitas seguidas. La ordenación actual data de 1975, aproximadamente, caracterizada por jardines en montículos. Se puede apreciar que muchos árboles están semienterrados.
    Tengo que recordar los puestos de chucherías que entonces se llamaban de caramelos, donde comprábamos pepinillos, berenjenas y nuestros primeros cigarrillos sueltos. Y al vigilante jurado, al que llamábamos "El Chapa", por la inmensa chapa oval que llevaba en el uniforme.
    Allí los novios se cogían de la mano por primera vez y, en un banco resguardado, se daban el primer beso (casto, por supuesto).
    Por cierto: Por mucho que cambiaran el nombre, siempre fue LA CONCORDIA.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Muchas gracias Sr Mariano por tu aportación. Me alegra mucho que hayas escrito, porque has enriquecido la entrada. Es muy gracioso lo de "el Chapa".
    Luego nos vemos. UN beso

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